Monday, October 31, 2011

Un hombre lobo americano en Londres

"Cuidado con la Luna."

Este artículo contiene spoilers no leer si no se quieren conocer partes esenciales de la trama de la película.

Dos jóvenes americanos que están de vacaciones recorriendo Europa, son atacados por un lobo mientras se encuentran en Inglaterra. Uno muere, pero el otro logra sobrevivir y conforme se acerca la noche de luna llena nota que algo está cambiando en su interior, por lo que comienza a sospechar que se está convirtiendo en un hombre lobo.

John Landis escribía y dirigía en 1981 un pequeño clásico del cine de terror con toques de comedia, Un hombre lobo americano en Londres (An american werewolf in London). Licántropos, zombies, pesadillas, enfermeras, la luna llena y Londres son sus ingredientes. Y David Naughton, Griffin Dunne y Jenny Agutter son sus protagonistas.

El origen de la historia surgió en 1969, cuando Landis tenía 19 años, el director participó en el rodaje de Los violentos de Kelly (1970) en Yugoslavia, película en la que realizó tareas de ayudante de dirección. Mientas conducía por el país con un miembro yugoslavo del equipo, se encontraron con un funeral gitano. Al director le llamó la atención que el difunto fuera cubierto de ristras de ajos y rosarios y que se le enterrase de pie a gran profundidad, su compañero le explicó que según las costumbres gitanas, esto se hacía para que el difunto no regresase de la muerte.

Esa fue la semilla de la que Landis partió para desarrollar su guión, pero éste evolucionó mucho antes de dar con la historia definitiva, tal y como explicaba el director "Sabía que no quería hacer un asesino en serie o un zombie, quería algo donde realmente tuvieras que suspender tu incredulidad. Me decidí por los hombres lobo sobre todo porque, a parte de los fantasmas, son los únicos monstruos realmente internacionales, toda cultura tiene historias de hombres-bestia. ¡Incluso Drácula puede convertirse en un lobo!. Dicho eso, tuve la imagen del hombre lobo de Lon Chaney, por lo que se añadió ese elemento de tragedia". La referencia a El hombre lobo (1941) no es gratuita, Un hombre lobo americano en Londres es una puesta al día de la clásica historia del hombre lobo.

El guión tardó varios años en ser llevado a la pantalla mientras Landis conseguía el dinero para poder financiarlo. El director se ocupó de otros proyectos mientras tanto, curiosamente su debut como director fue una comedia de terror, El monstruo de las bananas (Schlock, 1973), donde conoció al alguien imprenscindible para realizar Un hombre lobo americano en Londres, al maestro de los efectos de maquillaje Rick Baker. En 1971 le entregó a Baker el guión de Un hombre lobo americano en Londres, con la idea de que éste realizase los efectos de maquillaje. Durante años estuvieron hablando sobre el proyecto y como llevar a cabo los complejos trucajes que la película requería. Cuando Baker encontró la forma realizarlos, bajo una técnica que el denomino "Change-O-Head", pero como Landis aun no había conseguido para realizar el film, esas ideas tuvieron que seguir esperando hasta que se pudiese realizar la película.

Gracias a sus éxitos de taquilla consecutivos con Made in USA (1977), Desmadre a la americana (1978) y Granujas a todo ritmo (1980) pudo conseguir el dinero necesario para su realización. De modo que, Landis se puso en contacto con Baker para ponerse manos a la obra con la película, pero éste le comunicó que ya se encontraba trabajando en otra película de hombres lobo, Aullidos (1981), en la que estaba utilizando las técnicas que había diseñado para Un hombre lobo americano en Londres, con el consiguiente disgusto para Landis. Pero Baker, que llevaba casi 10 años esperando trabajar en la película, abandonó el rodaje de Aullidos y se fue a trabajar con Landis. Su ayudante en aquella película, Rob Bottin lo sustituyó en el rodaje. Botttin terminaría siendo otro de los maestros del maquillaje (La cosa, Robocop, Desafío total) y durante un años se le atribuyeron las técnicas que había ideado Baker ya que el estreno de Aullidos fue anterior al de Un hombre lobo americano en Londres.

La técnica "Change-O-Head" antes mencionada, consistía en una cabeza retráctil gracias a un mecanismo interno y que estaba además recubierta de una piel plástica que podía estirarse el doble que el látex. Siguiendo la misma técnica, Baker creó además otras partes de un cuerpo humano como una mano, una espalda, orejas, piernas y pies. También construyó un lobo animatrónico de enormes proporciones cuyas patas delanteras eran movidas por un técnico que iba metido dentro, mientras que era empujado por detrás por dos personas a modo de carretilla. Su impresionante trabajo marcó un antes y un después dentro del campo de los efectos de maquillaje. Fue tal el impacto de sus creaciones, que la Academia de Hollywood creó la categoría de mejores efectos de maquillaje ese mismo año, premio que Baker ganó con todo merecimiento y que le permitió ganar a Un hombre lobo americano en Londres su único Oscar.

La película ofrece además nuevas ideas dentro de la temática licántropa, como lo son las apariciones fantasmales de las víctimas del hombre lobo en forma de zombies en continuo proceso de descomposición que vienen a atormentar al último hombre lobo y que no cesaran hasta que éste haya muerto. Otra idea harto interesante es el uso de los sueños como forma de mostrar como el protagonista está cambiando internamente tras la mordedura del hombre lobo y que desencadenará en su transformación cuando llegue la luna llena. Cada escena nos deja más aterrorizados, el plano casi subliminal de David convertido en su ser de largos colmillos y ojos amarillos es aterradora y la que se lleva la palma es la escena del asalto de los monstruos nazis, una pequeña joya del terror en si misma, que nos transmite una considerable dosis de mal rollo y que aun por encima termina siendo un sueño dentro de un sueño.

Pero lo que siempre será recordado de la película es la escena de la transformación, convertida en un clásico. La escena es mostrada en primer plano, sin cortes y a plena luz del día, un auténtico logro. La secuencia es perfecta y fascinante a cada plano, incluso con el paso del tiempo no ha perdido su fuerza y poder de fascinación.

John Landis también se ve transformado por la luna llena en un director desconocido, manejando con habilidad los resortes del terror, aderezándolo todo con toques de su bien conocida comedia (aquí más negra que nunca, como refleja la introducción de los protagonistas montados en un camión llenos de ovejas, ellos también están camino del matadero). Consiguiendo así, su mejor trabajo de dirección. Landis nunca ha vuelto a repetir los aciertos de esta película, momentos como el ataque en el metro (con ese plano desde lo alto de las escaleras mecánicas), el asedio del lobo fuera de cámara a David y Jack al comienzo de la película y la mítica secuencia de la transformación antes comentada. Del mismo modo éste es el mejor guión salido del puño de Landis, pese a no ser ninguna maravilla, se nota una preocupación especial por el material, como lo demuestran el diálogo entre David y sus víctimas en el cine porno o su decisión de no finalizar la película con el clásico happy end.

El estreno de la película fue acompañado de un estimable éxito comercial, los 10 millones de presupuesto se convirtieron en 30.565.292 de dólares en la taquilla norteamericana. La película ha ido ganando adeptos desde entonces, lo que la ha convertido en toda una película de culto y también en el título más recomendable de su director. No es una obra maestra, de hecho, considero que está bastante sobrevalorada, pero sí es un eficaz film de terror y que ha sido realmente influyente dentro del género (principalmente por sus avances con los efectos de maquillaje), lo cual no está nada mal. Seguro que Landis nunca esperó conseguir tanto.


Curiosidades:

Todas las canciones que suenan a lo largo de la película tienen la palabra "moon" en su título.

Landis quería que otras tres canciones más apareciesen en la película, que no pudieron usarse por diferentes razones, "Moonshadow" de Cat Stevens, que el cantante no permitió usarla porque acababa de convertirse al Islam; una versión de "Blue Moon" cantada por Bob Dylan, que el cantante no permitió usar ya que tras su conversión al Cristianismo no quería que su música fuese usada en una película calificada para el público adulto y otra versión de "Blue Moon", ésta cantada por Elvis Presley, sobre la cual pendía un pleito por sus derechos de utilización.

John Landis suele incluir la frase "Nos vemos el próximo miércoles" en la mayoría de sus películas, en ésta, es el título de la película que David y Jack ven en un cine porno de Picadilly Circus. Un póster de la película puede verse en la secuencia del metro antes de que el hombre sea atacado.

Los ejecutivos del estudio querían que Dan Aykroyd interpretase a David y John Belushi a Jack, idea que Landis rechazó.

John Landis realiza un cameo, puede vérsele brevemente al final de la película, es el hombre que es atropellado por un coche en Picadilly Circus y lanzado contra un escaparate. Landis realizó el mismo la escena sin uso de dobles, de hecho, su comienzo en el mundo del cine fue como especialista.

Landis se fijó en David Naughton tras verlo en un anuncio de televisión de Dr. Pepper.

La mujer que se encuentra a David desnudo en el zoo, no sabía al rodar la escena que David Naughton estaría desnudo, sólo sabía que un hombre saldría y diría algo, de modo que su reacción al verlo fue real.

David Naughton declaró que la escena de la cama en medio del bosque fue la más difícil y dolorosa de rodar, por aquel entonces se usaban lentes de contacto de cristal, que tuvieron que usarse para caracterizarle como el ser de ojos amarillos en el que aparece convertido en la escena.

Según Landis, la película El discreto encanto de la burguesía (una de sus películas preferidas) fue la que le inspiró la idea de la secuencia del sueño dentro del sueño.

Al finalizar los créditos hay un mensaje de felicitación por la boda del príncipe Carlos y Lady Di. Fue incluido porque hay una escena en la que David grita "El príncipe Carlos es un maricón". El anuncio de la boda coincidió con el rodaje de la película.

Al final de los créditos hay un aviso legal que indica que "Cualquier parecido con personas vivas, muertas o no-muertas es pura coincidencia". Landis usó la misma broma en los créditos del videoclip Thriller que también dirigió.

Las autoridades fueron muy reticentes con el rodaje de la escena del ataque del lobo en Picadilly Circus, ya que varios años antes durante el rodaje de una persecución en el mismo lugar para la película Atraco a la inglesa (1967) acabó con desastrosos resultados, incluso con detenciones entre miembros del equipo. Pero la buena experiencia que tuvo Landis en el rodaje de Granujas a todo ritmo (1980) con la policía de Chicago ayudó a olvidar los impedimentos iniciales.

En su momento se creyó que el fragmento mostrado de "El show de los Teleñecos" que aparece durante la pesadilla de David no era real y que había sido rodado a propósito para la película. Pero en realidad se corresponde con un programa nunca emitido en los EE.UU.

Aunque la película fue la primera en recibir el Oscar en la recién instaurada categoría de mejor maquillaje, la Academia ya había premiado anteriormente a dos películas por sus maquillajes de forma honorífica, fueron 7 faces of Dr. Lao (1964) premio que recibió William Tuttle y El planeta de los simios (1968) entregado a John Chambers.

El look final del lobo estaba basado en el perro de Rick Baker, Bosco.

Los hermanos de David se llaman Rachel y Max (que se mencionan en la llamada telefónica que hace David a su casa). Rachel y Max son los nombres de los hijos de John Landis.

La secuencia de la muerte de los tres vagabundos era más larga, mostrándose de forma explícita como eran atacados por el lobo, pero en un pase de prueba de la película, el público reaccionó tan mal a dicha escena que Landis decidió retirarla del montaje final.

La duración de la banda sonora instrumental compuesta por Elmer Bernstein para la película es de tan solo 7 minutos.

En 1997 se estrenaría una secuela en la que Landis nada tuvo que ver, Un hombre lobo americano en París. Curiosamente, Landis se planteó en su momento situar la historia en París, idea que finalmente desestimó al considerar que Londres era la ciudad más adecuada para ambientar su película.

Para la escena del zoo en la que David se despierta en la jaula de los lobos, los animales fueron alimentados previamente para evitar que atacasen al actor, de todos modos, los lobos estaban acostumbrados a la presencia humana. La secuencia se rodó a la primera toma.

Inicialmente la idea de Landis era mostar al monstruo lo menos posible en pantalla, pero cambió de idea porque adoró el trabajo que había hecho Rick Baker.

Como en otras muchas películas de Landis, Frank Oz tiene un pequeño papel, aquí como el embajador americano que intenta consolar a David.

La primera secuencia de la película fue la primera en rodarse y la última fue la última en rodarse.

A Michael Jackson le encantaba esta película y tras verla se dio cuenta que Landis era el director ideal para su videocliplip Thriller. Cuando Landis se encargó de realizarlo, se llevó consigo a la mayoría del equipo de la película, a Elmer Bernstein para componer la música, al director de fotografía Robert Paymer, a la diseñadora de vestuario Deborah Nadoolman, al productor y montador George Folsey Jr., al también montador Malcolm Campbell y por supuesto a Rick Baker para crear los efectos de maquillaje.

Para la última secuencia en la que aparece el personaje de Jack, no fue posible maquillar a Griffin Dunne para que pareciese un cadáver andante, por lo que se creó un animatronic. El actor ayudó al hombre que lo manejaba diciendo sus líneas al mismo tiempo.

Baker y Landis tuvieron diferencias sobre como debía ser el diseño del monstruo, Baker quería que fuera un hombre lobo que caminase sobre sus piernas, pero Landis insistió en que quería que fuese "un perro de cuatro patas del infierno", éste fue el diseño que se realizó finalmente.

Labels: ,