Sunday, September 25, 2016

Directores de una película

Creo que el titulo del post deja claras las intenciones del artículo, hablar sobre directores que sólo filmaron una película en toda su carrera. Todas fulgurantes, algunas dejaron obras geniales y otras estrepitosas. Conozcamos diez casos de quienes fueron directores por un día.

1. Andrew Sipes: Caza legal (1995)
Este guionista televisivo (Spenser, detective privado y El ecualizador), sólo dirigió esta película de acción al servicio de William Baldwin y Cindy Crawford. Tras el estrepitoso fracaso de su única película, Sipes se centró en realizar negocios relacionados con software informático y parece que le va bastante bien, por lo que nada hace pensar que vaya a volver al cine.

2. Charles Laughton: La noche del cazador (1955)
El protagonista de Testigo de cargo inició y finalizó su carrera como director con esta película y viendo los resultados, es una lástima que no se prodigase más detrás de las cámaras, ya que es una absoluta obra maestra. Siempre se dijo que Laughton no volvió a dirigir debido a las malas críticas que recibió La noche del cazador, pero al parecer, las causas se debieron simplemente a que prefería dirigir en teatro, un medio mucho más libre y del agrado del británico.

3. Eddie Murphy: Noches de Harlem (1989)
Siempre se ha considerado a Noches de Harlem un fracaso de taquilla, aunque logró recaudar 95.900.000 de dólares a nivel mundial, una cifra excelente para su época. Murphy intentó crear una versión negra de El golpe, pero sorprendentemente la película falla en su lado cómico, algo que cuesta comprender, dado su reparto lleno de grandes actores cómicos. El propio Murphy reconoció que no prestó demasiada atención a su trabajo como director y que estaba más preocupado en donde se celebraba la siguiente fiesta. 

4. Joe Alves: Tiburón 3: El gran tiburón (1983)
Alves había sido el diseñador de producción de las dos primeras entregas de Tiburón y su única experiencia en la dirección tuvo lugar durante Tiburón 2, como director de segunda unidad. Inicialmente Tiburón 3 se desarrolló como una parodia de la propia saga de título "Jaws 3, People 0", con guión de John Hughes y con Joe Dante asignado como director. Verna Fields, editora de la primera parte y vicepresidenta de producción de la Universal, se puso en contacto con Alves para que intentará evitar el desastre. Al final consiguió hacerse cargo de la dirección de la película dado su interés en dar el salto como director y desarrolló un nuevo guión con Richard Matheson (que sería posteriormente reescrito por otros guionistas). Lo más irónico es que la película resultante es una comedia involuntaria, con unos pésimos efectos 3D, que han quedado para la historia. Pese a no funcionar mal en taquilla, la película es un desastre. Está claro que Alves no era el hombre adecuado para el puesto y nunca volvió a colocarse detrás de las cámaras.

5. Joe Charbanic: Juego asesino (2000)
Aquí una historia curiosa. Charbanic era amigo de Keanu Reeves y falsificó la firma del actor en un contrato forzándole a participar en la película que deseaba dirigir. Reeves, quien no tenía ningún interés en hacer la película y que no podía demostrar la falsificación, prefirió participar en Juego asesino antes que verse inmerso en una larga batalla legal. Si eso no fuera lo suficientemente desagradable, su papel, previsto como un mero cameo, fue extendido para darle un mayor protagonismo. Además se utilizó la implicación del actor como reclamo para atraer a otras estrellas (James Spader y Marisa Tomei) y conseguir un presupuesto mayor del previsto inicialmente. Y para rematar, Reeves descubrió que por participar en la película ganó 1,5 millones de dólares menos que su compañero Spader. El actor firmó (esta vez sí) una clausula que indicaba que no podía sacar a la luz nada de esto hasta pasado 1 año desde el estreno de la película en los Estados Unidos. Lógicamente Reeves se negó a promocionar la película, la cual fue un fracaso de crítica y taquilla. Tal vez todo esto expliqué porque Charbanic no ha vuelto a dirigir otra película.

6. Kerry Conran: Sky Captain y el mundo del mañana (2004)
Conran consiguió dirigir su (hasta la fecha) única película, gracias a su corto de 6 minutos The World of Tomorrow, el cual realizó íntegramente en su apartamento y al que dedicó 4 años para completarlo. El corto impresionó tanto al productor Jon Avnet, que le propuso a Conran convertirlo en una película. El director primerizo contó con un presupuesto de 70 millones de dólares y un reparto de lujo (Jude Law, Gwyneth Paltrow y Angelina Jolie) para llevarlo a cabo. La película fue todo un hito, al ser la primera en ser filmada completamente en pantalla azul con decorados generados íntegramente por ordenador. Este homenaje a los seriales de ciencia ficción de los años 30, resultó ser un gran fracaso de taquilla, y desde entonces poco se ha sabido de Conran, algún anuncio y cortometraje, pero nada de cine, puede que regrese en el mundo del mañana.

7. Marlon Brando: El rostro impenetrable (1961)
Inicialmente la película iba a ser dirigida por Stanley Kubrick, pero el choque de egos entre Brando y Kubrick, implicó la salida del director del proyecto. Fue entonces cuando el actor tuvo que asumir las riendas de la película, encargándose él mismo de las tareas de dirección. Y lo cierto es que su trabajo fue sobresaliente. El actor hizo gala como director, del mismo perfeccionismo que lo hizo famoso en la interpretación. Sacó de quicio a la Paramout por sus continuos retrasos, quien al final recortó su metraje de cinco horas a dos, tal vez esa fue la razón por la que nunca volvió a dirigir, quien sabe, igual había un gran director en él.

8. Saul Bass: Sucesos en la IV fase (1974)
El maestro de los títulos de crédito (entre los que se hayan Psicosis, Espartaco o Alien) en su única incursión como director cinematográfico (aunque se encargó de varios cortos y documentales). Algo más que una monster movie al uso, Sucesos en la IV fase se adentra en la corriente del cine de ciencia ficción adulto y crítico de los 70. Sin ser perfecta, posee un gran poder visual y demuestra que Bass podría haber sido un excelente director, y eso que el estudio no se lo puso fácil, ya que eliminó el final previsto por Bass (que era lo mejor de la película), dejando a ésta mutilada y la cual carecía ahora de sentido. La película fue un fracaso, pero con el paso de los años y tras ser recuperado el final original, la película se ha convertido en una película de culto.

9. Stephen King: La rebelión de las máquinas (1986)
El habitante más popular de Maine se decidió a probar suerte en la dirección, adaptando "Camiones", uno de sus relatos cortos. Sólo hay que ver el resultado de la película para saber porque King no se ha vuelto a poner detrás de las cámaras. Esta pésima película de camiones con vida propia que siembran el caos, fue dirigida por King estando hasta arriba de cocaína y sin saber lo que estaba haciendo. El rey del horror perpetró uno de los mayores horrores del cine.

10. Tom Stoppard: Rosencrantz y Guildenstern han muerto (1990)
El guionista de Shakespeare enamorado y Brazil hizo su única contribución como director con esta película, basada en su propia obra teatral. Stoppard llegó a convertirse en el director de la película, simplemente porque tras entrevistar a varios directores para el puesto, terminó considerando que tal vez debería ser él quien la dirigiese. "Al menos el director no tendría que estar preguntándose que quería decir el autor. Simplemente parecía que yo sería la única persona en tratare a la obra con la necesaria falta de respeto," declaraba Stoppard. Y seguramente estaba en lo cierto, la película mantiene el tono cómico y absurdo de la obra original. Aunque Stoppard no descartó repetir en la dirección, lo cierto es que nunca ha vuelto a dirigir otra película.

Saturday, September 03, 2016

Sospechosos habituales

"El mejor truco que el diablo inventó fue convencer al mundo de que no existía."

Este artículo contiene spoilers, leer sólo si se conoce la identidad de Keyser Söze.

Cinco criminales son detenidos por la policía, tras ser interrogados, comienzan una asociación y a realizar varios trabajos juntos. Pronto descubrirán que anda tras ellos un peligroso criminal, casi legendario, llamado Keyser Söze.


CINCO CRIMINALES
El origen de la película vino de una imagen simple e icónica, ideada por el director Bryan Singer y el guionista Christopher McQuarrie, el póster de un grupo de cinco hombres en una rueda de reconocimiento, que sería acompañado por la frase promocional "Todos vosotros podéis ir al infierno". De esa sencilla idea partió Sospechosos habituales (The Usual Suspects, 1995). Y su título surgió de una forma también curiosa, McQuarrie lo tomó de una columna de la revista Spy llamada "The usual suspects", frase extraída de Claude Rains en Casablanca, y que el guionista pensó sería un buen título para una película.
McQuarrie tuvo el primer borrador de Sospechosos habituales listo en dos semanas, pero llegó a escribir hasta nueve versiones del guión durante cinco meses, hasta dar con el definitivo. El guionista escribió el libreto mientras trabajaba en la sala de copias de un bufete de abogados de Los Angeles. Y fue allí donde se le ocurrió que el villano contase toda la historia sacándola de un tablón de anuncios, algo que sucedió cuando se sentó frente a uno (en aquel momento ya llevaba escritas 50 páginas del guión).
McQuarrie y Singer dieron el guión a todas aquellas personas que conocían y respondieron a todas sus preguntas por ridículas que fueran, para afinar el libreto lo máximo posible y que no quedara ninguna fisura en él. "Teníamos que estar seguros de cubrir bien nuestros culos," afirmaba el guionista.
A la hora afrontar la dirección de la película, Singer se marcó a si mismo varias directrices de como rodarla, éstas fueron, "Uno, filma en Scope y literalmente expande la pantalla. Dos, contrata actores que sean diferentes y llamativos. Tres, crea una rica y temática partitura. Cuatro, crea imágenes que sean icónicas. Y cinco, ten un narrador."
Singer le ofreció el proyecto a más de 50 productoras y posibles inversores, pero fue continuamente rechazado por todos. Al final, lo que hizo que la producción saliera adelante, fue la participación de Chazz Palminteri, quien aceptó dar vida al policía Dave Kujan. El actor sólo tenía dos semanas disponibles, de modo que si querían hacer la película con él, los productores tenían que darse prisa. Esto funcionó y la película fue financiada por PolyGram y Spelling Films, quienes pusieron los 6 millones de su presupuesto.

LOS SOSPECHOSOS HABITUALES
Kevin Spacey había quedado tan impresionado con la opera prima de Singer, Public Access (1993), que le dijo al director, durante el "Festival de Cine de Sundance" de 1993, que quería estar en su siguiente película. Singer se tomó ese ofrecimiento muy en serio y contó con él para Sospechosos habituales. El papel de Verbal Kint se escribió con Spacey en mente y puede decirse que el resto es historia. Lo curioso es que cuando Singer y McQuarrie le enviaron el guión, no le dijeron que papel era para él y Spacey se interesó por interpretar a Keaton o Kujan, aunque se sintió intrigado por Verbal, su instinto iba por buen camino. El actor se tomó muy en serio su papel, por ejemplo, para dar vida a un tullido de la forma más precisa posible, se reunió con médicos y expertos en parálisis cerebral para discutir como podría afectar a su interpretación. No contento sólo con eso, llegó a pegarse los dedos de su mano izquierda para hacer más realista la parálisis que sufre el personaje y también limó sus zapatos para que parecieran los de una persona con cojera.
Spacey fue quien trajo a Gabriel Byrne al proyecto, le conoció en una fiesta y le pidió que hiciera la película. Tras leer el guión el protagonista de Muerte entre las flores, rechazó la oferta porque no creyó que sus responsables pudieran llevarlo a cabo. Después de una reunión con Singer y McQuarrie, se convenció de hacerlo gracias a la visión y entusiasmo demostrado por ambos.
Michael Biehn fue la primera elección para interpretar a McManus y le ofrecieron el papel, pero tuvo que rechazarlo por su compromiso anterior con la película Jade (1995). Fue entonces cuando le ofrecieron el papel a Stephen Baldwin, que era la segunda opción. El pequeño de los Baldwin estaba cansado de hacer películas independientes que no cumplían sus expectativas, esa fue la razón principal por la que aceptó participar en Sospechosos habituales.
Benicio Del Toro también entró en el proyecto gracias a Spacey, quien lo recomendó tras haber trabajado juntos en El factor sorpresa (1994). El actor puertorriqueño se hizo con el personaje de Fenster y eso que inicialmente estaba previsto que fuera interpretado por un actor de mayor edad. Del Toro originalmente hizo una audición para el papel de McManus, pero le dijo a Singer que tenía una idea para interpretar a Fenster. Basándose en un personaje de la película Atraco perfecto (1956), que hablaba toda la película con los dientes apretados, pensó que sería interesante que Fenster hablase de forma inteligible, dado que, "no importa lo que tenga que decir, así que puedo llevar esto realmente lejos y hacerle incomprensible," declaraba el actor. Singer estuvo de acuerdo con esto, ya que según admitiría, "su único propósito es morir." Además de darle el papel a Benicio, el director llegó a escribir un par de líneas para potenciar la peculiar forma de hablar de Fenster.
A Kevin Pollack le llegó el guión a través de su agente y tras vencer a otros dos actores en una audición, se hizo con el papel de Hockney. El actor reconoce que aún a día de hoy, el de Sospechosos habituales sigue siendo el mejor guión que ha leído.
El papel de Kujan fue escrito con Chazz Palminteri en mente, pero durante el plazo de tiempo que no estuvo disponible, se le ofreció a Christopher Walken, Clark Gregg, Robert De Niro y Al Pacino. Quien estuvo más cerca de aceptar fue Pacino, pero conflictos de agenda con Heat (1995) no le permitieron hacerlo. Al final Palminteri estuvo disponible por dos semanas, tiempo suficiente para rodar sus escenas.
El resto de sospechosos habituales que forman parte del reparto son, Pete Postlethwaite (Kobayashi), Suzy Amis (Edie Finneran), Giancarlo Esposito (Jack Baer), Dan Hedaya (Jeff Rabin), Paul Bartel (Smuggler), Clark Gregg (Dr. Walters) y Peter Greene (Redfoot).
Dado el bajo presupuesto de la producción, todos los actores cobraron sueldos inferiores a sus cheques habituales para poder participar en la película, algo que seguro hicieron de buen gusto.

RODAJE
Cuando la producción estaba cerca de comenzar, Byrne se echó para atrás por causa de la separación con su mujer, la también actriz Ellen Barkin. Byrne no quería abandonar Los Angeles, ciudad en la que vivía, para poder estar con sus hijos. Para mantenerlo en la producción, Singer modificó todo el calendario de rodaje para adaptarlo a su protagonista, rodando la mayor parte de la misma en Los Angeles. Así la producción tuvo lugar durante 33 días en la ciudad angelina y 2 en Nueva York, entre el 13 de junio de 1994, al 29 de julio del mismo año.
El interrogatorio de Kujan a Verbal fue lo primero que se rodó de la película, se hizo a lo largo de cinco días para así adaptarse al calendario de Palminteri.
Muchos momentos de la película surgieron de la improvisación. El ejemplo más claro es la escena de la rueda de reconocimiento, aunque ésta guarda bastante sentido del humor, originalmente estaba escrita de una forma seria. A la hora de rodar, las cosas no salieron según lo previsto, por lo que Singer comenzó a perder la paciencia, tras varios intentos de filmar la escena, sin dar con la toma correcta, pero toda la tensión se rompió en el momento en el que Benicio Del Toro se tiró un pedo, haciendo que los actores no pudieran aguantar la risa. Al final fueron esas tomas cómicas, las que Singer mantuvo en el montaje final.
Tampoco estaba previsto que Redfoot le diera en el ojo a McManus cuando le tira su cigarrillo, la idea era que le golpeara en el pecho, pero un error de puntería de Peter Greene hizo que el cigarrillo acabara en un lugar inesperado. Singer decidió dejar ese momento en el montaje final.
En la escena del interrogatorio, el diálogo entre el policía ("Se que estuviste en Queens la noche del secuestro" ) y Hockney ("¿De verás? Yo vivo en Queens. ¿Lo has deducido tú solito Einstein?") también fue improvisado.
Y la peculiar forma de hablar de Fenster provocó también reacciones que no estaban previstas. De hecho Singer animó a todos los actores a improvisar reacciones exageradas ante su peculiar forma de hablar. Eso igual explica el, "¿qué has dicho?", que Hockney le suelta a Fenster en la escena de la celda y que no estaba prevista en el guión, fue una reacción real de Pollack al no entender lo que decía Benicio. Como en la escena de la rueda de reconocimiento, en la que un policía (en realidad Christopher McQuarrie) suelta al ladrón un, "en mi idioma, por favor", que tampoco figuraba en el guión.
Stephen Baldwin y Kevin Pollack iniciaron durante el rodaje de esta película una larga enemistad, aunque ambos reconocían que no recordaban realmente como empezó, puede ser debida, según declaró Pollack, a que Baldwin, metido en su personaje de MacManus, intentaba intimidar al resto de actores fuera de cámara. Y por su parte, Baldwin declaró que se sentía intimado por Pollack.
Cuando rodaron la escena del tiroteo en los muelles, las autoridades recibieron una llamada anónima diciendo que en el barco epicentro del clímax final, había drogas o armas. De modo que, la ATF (Departamento de Alcohol, Tabaco, Armas de Fuego y Explosivos) hizo una redada en el barco y cerró la producción. Al final todo se solucionó cuando uno de los productores despertó al alcalde y consiguieron un permiso para seguir rodando.
El montaje de la película terminó dos semanas antes de los previsto, pero según Singer, "la película tenía una especie de bajón al final, durante la gran revelación". Estaba claro que Verbal era Söze, pero según el director el público no lo sentiría como algo visceral, de modo que se le ocurrió hacer un montaje mostrando a Verbal como el villano a través de imágenes y sonidos en paralelo a la revelación que sufre el personaje de Kujan, quedando así la escena perfecta.
Aunque cueste creerlo, los actores no sabían la auténtica identidad de Keyser Söze, Singer les hizo creer a todos que eran el villano y por eso la sorpresa de Byrne fue mayúscula cuando en el primer pase descubrió que no era Söze y su reacción fue tal, que tuvo una discusión con Singer durante media hora.
Los ejecutivos de Gramercy Pictures, encargada de la distribución de la película en los Estados Unidos, estaban preocupados porque el público no supiera pronunciar el nombre de Keyser Söze, de modo que lanzaron una campaña con el eslogan, "¿Quién es Keyser Söze?", antes del estreno de la película, a lo que se sumaron anuncios de televisión para instruir a la gente como decir su nombre.
La película se llevó al Festival de Sundance en enero de 1995 y después se proyectaría fuera de concurso en el Festival de Cannes en mayo del mismo año, cosechando buenas críticas y comenzando así a fraguarse su fama. De ahí daría el salto a la distribución a salas de cine, estrenándose en Estados Unidos el 15 de septiembre de 1995. La película fue un correcto éxito de taquilla recaudando en los Estados Unidos 23.341.568 de dólares y otros 11.107.788 en el resto del mundo.
Pero el verdadero éxito fue el crítico, pronto se convirtió en una de las producciones del año, como lo atestiguan los múltiples galardones recibidos, entre los que destacan los dos Oscars recibidos en las únicas categorías a las que estaba nominada, mejor actor secundario (Kevin Spacey) y mejor guión original (Christopher McQuarrie). Además de una nominación a los Globos de Oro en la categoría de mejor actor secundario (Kevin Spacey). Dos premio BAFTA al mejor montaje (John Ottman) y mejor guión original (Christopher McQuarrie). Dos premios Saturn a la mejor película de acción/aventura y mejor música (John Ottman). En los Independent Spirit Awards ganó en las categorías de mejor actor secundario (Benicio Del Toro) y mejor guión (Christopher McQuarrie). Y el Boston Society of Film Critics Awards le concedió el premio al mejor actor secundario (Kevin Spacey).

VALORACIÓN
En Sospechosos habituales presenciamos dos películas, dos realidades, la del interrogatorio que Kujan somete a Verbal y la historia que éste le cuenta al policía. Una es real y la otra no. Y es que el gran acierto de la película, es que toda ella es un relato narrado por una persona de dudosa credibilidad y una vez descubrimos el giro final, no sabemos cuanto hay de cierto en lo que ha contado. Y lo que lo hace más genial, es que eso limpia de un plumazo todos los posibles agujeros argumentales e incongruencias que pueda haber en la película, ya que prácticamente la única información que tenemos es dada por Verbal y éste nos lleva siempre por donde quiere.
Todos los actores están fantásticos, algunos tienen papeles con los que lucirse como Spacey y Byrne. Otros saben aportarles personalidad como Del Toro, Baldwin y Palminteri. El único que no destaca es Pollack, quien simplemente está correcto, el actor poco puede hacer con el personaje más desdibujado del quinteto principal.
Está claro que el que se lleva la palma es Spacey, en una de esas interpretaciones que hacen historia. No sólo como se caracteriza como el tullido de Verbal, si no lo brillante que resulta cuando al final de la película se revela como el villano. Fue a partir de esta película que el actor empezó a construir su prestigio.
La película es una auténtica maravilla, un prodigio de narrativa cinematográfica. Algo que consigue sustentándose en recursos clásicos, como son la puesta en escena, montaje, interpretaciones, fotografía, guión y música. Y la película destaca en cada uno de esos apartados.
Pero si ésta ya es buena de por si, aún queda la guinda del pastel, su genial giro final (uno de los mejores de la historia del cine), donde se revela la identidad de Keyser Söze, un momento que ya es un clásico del cine, sólo con ese momento la película se gana el cielo. Dicho giro no sólo funciona por su efecto shock, si no que además mejora la película. Cuando hacemos un segundo visionado de la misma, ésta sigue funcionando de maravilla y además apreciamos cosas que estaban ahí la primera vez, pero que no percibimos entonces.
Y es que ese final dejó huella, después de Sospechosos habituales se sucedieron un gran número de películas con giros sorpresa, como El sexto sentidoLas dos caras de la verdadEl club de la luchaMementoArlington Road o El protegido, los cuales se convirtieron en toda una moda.
Pequeños detalles nos hacen pensar que cualquiera puede ser Keyser Söze. Desde Hockney (la forma en como empuña la pistola es igual a la de Söze al principio de la película), pasando por Verbal (mata a sangre fría a Saul y además es el hombre del plan tras el golpe al servicio de taxis) y sobre todo Keaton (la película siempre nos quiere hacer creer que es el villano, dada la ambigüedad del personaje).
Tal vez hay alguna incongruencia en el plan del villano. ¿Por qué Söze se expone tanto para acabar con la única persona que puede reconocerlo? Al final consigue que otro testigo lo identifique, además Kujan también conoce su rostro, como después lo hará el resto de la policía. Supongo que la justificación es que los villanos también comenten errores y como Verbal dice, una vez todo termine desaparecerá para siempre y nunca volverán a saber de él.
Otra forma de verlo es que Söze juega con la policía, como quien mueve fichas en un tablero. Simplemente sabe que se saldrá con la suya y manipula a todos a su alrededor porque puede, por que le divierte. Sólo quiere ver como arde el mundo. Lo que no hace más que elevar la maldad del personaje hasta cotas inimaginables.
No es de extrañar que podamos ver a Söze como el mismísimo diablo (de hecho, existen varias referencias al ángel caído a lo largo de la película), el mal puro caminando entre los hombres, corrompiéndolos, robando, manipulando, mintiendo, matando y haciendo que maten por él. Un diablo del mundo moderno, cercano, enigmático y aterrador.
Sospechosos habituales es un excelente film policíaco, que sabe enganchar a cada escena y donde nada es lo que parece. No deja de ser un relato realmente clásico, pero contado de una forma totalmente moderna. Lo confirman su estructura en forma de puzzle o su espíritu de romper las normas escritas, como que su narrador sea un mentiroso.
Es un ejercicio de estilo, un relato de suspense, una película de acción, una historia de gangsters, una thriller policial, un neo-noir, es todo eso y mucho más, pero principalmente es una obra maestra, una de las películas que han definido a fuego el cine moderno. Tan mítica e icónica como el propio Keyser Söze.

CURIOSIDADES
El número de muertos en pantalla asciende a 17.
En la escena del hospital, la enfermera de detrás del mostrador está interpretada por la madre de Bryan Singer.
Gabriel Byrne y Stephen Baldwin nacieron el mismo día, el 12 de mayo.
Al Pacino declararía que el papel de Dave Kujan, era el que más se arrepentía de haber rechazado en su carrera.
A Clark Gregg también se le ofreció el papel de Kujan, pero al final terminó interpretando al Dr. Walters.
A lo largo de la película (y en su versión original) la palabra "fuck" y sus derivaciones son utilizadas 98 veces.<
El orden en el que Keaton les entrega al resto de protagonistas los sobres de Söze con sus historiales, es el mismo orden en que los personajes morirán.
El abrigo y el sombrero de Keyser Söze pueden verse colgados en el camarote de Arturo Marquez.
Las esmeraldas robadas, eran auténticas piedras preciosas cedidas a la película.
Antes que le permitan salir de la comisaria, a Verbal  Kint le devuelven sus pertenencias, entre ellas un reloj y un encendedor, ambos de oro. Anteriormente se ve a Keyser Söze usando ambos.
La famosa frase que dice Verbal Kint, "el mayor truco del diablo fue convencer al mundo de que no existía", se repetiría en El fin de los días (1999), película en la que también trabajaban Gabriel Byrne y Kevin Pollak. Por su parte, McQuarrie y Singer desconocían que esta frase perteneciese al poeta francés Charles Baudelaire.
Kevin Spacey tuvo que leer el guión dos veces cuando lo recibió por primera vez, para asegurarse que lo había entendido completamente.
La inspiración de Christopher McQuarrie para crear a Keyser Soze fue John List, un asesino real, que después de matar a su familia desapareció durante 17 años.
El malogrado actor Chris Farley visitó el set cuando la producción se movió a Nueva York durante dos días.
Cuando Verbal Kint cae al suelo durante su interrogatorio con Kujan dice, "lo hice, maté a Keaton", pero como Kujan habla al mismo tiempo y más alto, no se llega a apreciar.
Al final de la película cuando Keaton es asesinado, Verbal corre y se oculta detrás de una pila de cuerdas. La cámara avanza lentamente hacia las mismas y Verbal nunca vuelve a salir. A la hora de rodar la escena, Singer le dijo a Spacey que se parará detrás de los neumáticos colocados antes de las cuerdas, de esa forma Verbal no podría verse oculto por éstas, ya que realmente no hay nadie detrás de las cuerdas, ni nunca lo hubo.
A Christopher Walken, Tommy Lee Jones, Jeff Bridges, Charlie Sheen, James Spader, Al Pacino y Johnny Cash les ofrecieron el papel de Redfoot. al final éste recayó en Peter Greene.
Christopher McQuarrie sacó los nombres de todos los personajes de la película, de una firma de abogados y una agencia de detectives, en las que trabajó cuando era joven.
Christopher McQuarrie eligió el apellido de Söze de un diccionario inglés-turco.
Bryan Singer se empeñó en que Gabriel Byrne se vistiese con abrigo y sombrero para mostrarle como Keyzer Söze en un breve plano, porque es un gran fan de Muerte entre las flores (1990), película protagonizada por Byrne y donde lleva una indumentaria similar.
Estaba previsto que Keyser Söze se llamase originalmente Keyser Sume, por el antiguo jefe de Christopher McQuarrie. Éste permitió que su ex-jefe leyese el guión, quien le pidió que cambiase el nombre del personaje, ya que no quería estar asociado a un villano tan malvado.
Cuando Spacey ganó el Oscar como actor secundario por esta película, dijo al aceptar el premio, "bueno, sea quien sea Keyser Söze, os digo que va a estar gloriosamente borracho esta noche." 
El guionista Christopher McQuarrie tiene dos cameos, El primero, sólo de voz, como el policía que interroga los cinco delincuentes al principio de la película. Y el segundo tiene lugar al final de la película, puede vérsele al fondo del plano en el que Chazz Palminteri busca a Verbal Kint. Aparece riéndose y mirando a cámara, tal vez como un guiño al público por haberles engañado.
Estaba previsto que en la secuencia inicial Keaton colocara una bomba en el barco, la escena fue filmada, pero finalmente cortada del montaje final. Esa es la posible razón por la que Keaton le pregunta a Söze, "dime que hora es." Debido a un cambio de última hora, todos los planos del barco explotando se rodaron en el patio trasero de la casa de Bryan Singer.
Es más, 30 primeros planos de la película se rodaron en el patio trasero de la casa de Singer (entre otros, aquellos de los pies de Söze, cuando éste tira un cigarrillo o el del esqueleto quemado).
Según Brian Synger, el apodo de Verbal es una pista para descubrir que es Keyser Söze. En la película se explica que Söze es de madre turca y padre alemán y de acuerdo con el director, en una mezcla de alemán y turco, Keyser Söze podría traducirse como Rey Charlatán.
Cinco actores interpretaron a Keyser Söze. Kevin Spacey y Gabriel Byrne son mostrados brevemente como el villano en planos casi subliminales. El Söze con melena del flashback en Turquía, recayó en uno de los asistentes de la película, que fue elegido porque le era imposible enderezar los codos, lo que le daba una imagen surrealista. El compositor John Ottman es quien da vida a Söze cuando enciende un cigarrillo con un mechero. Y los pies de Söze eran en realidad los de Bryan Singer.
El compositor John Ottman fue quien hizo la respiración de Verbal desde detrás de las cuerdas en la escena de los muelles.
Durante su hora del almuerzo, Christopher McQuarrie compuso la trama de la película a partir de un tablón de anuncios, que había en la oficina de abogados en la que trabajaba.
De los cinco protagonistas, Verbal Kint es el único que no se muestra como es detenido para aparecer en el reconocimiento policial.
Los nombres de Keyser Söze y Kevin Spacey empiezan por las mismas letras (K y S).
Sospechosos habituales fue el quinto guión escrito por Christopher McQuarrie y el segundo en ser filmado.
En un momento de la película Kujan pone un ejemplo sobre como saber cual de los sospechosos de un asesinato es el culpable, según él se les pone juntos durante una noche y a la mañana siguiente el que esté durmiendo es el culpable, porqué sabe que lo han detenido y por lo tanto baja la guardia. Kobayashi descubre que Hockney fue quien robó el camión con las armas y en la escena de la celda, cuando todos los personajes están juntos, Hockney es el único que duerme.
Existe otra pista que nos indica que fue Hockney el responsable de ese golpe. La frase que les hacen decir a los protagonista en la rueda de conocimiento incluye (en la versión original) la palabra "cocksucker". Hockney utiliza la misma palabra durante el interrogatorio al que es sometido después.
Benicio Del Toro describía a Fenster como un "Negro chino puertorriqueño judío."
En la escena del asalto al joyero en el parking, Hockney le cuenta a Fenster una broma sobre una chica desnuda en el asiento trasero de un coche. El final de la broma puede oírse más tarde, cuando dos húngaros (hablando en su idioma) salen del edificio de los muelles antes del tiroteo final.
McQuarrie escribió la escena de apertura un año antes de ponerse con el guión de Sospechosos habituales. Fue una idea para abrir una película a la que estuvo dando vueltas durante un tiempo.
El golpe a la compañía de taxis fue escrita como una escena nocturna, pero Singer consideró que la película necesitaba más escenas de día y por eso fue cambiada. La escena se filmó en un sólo día en la ciudad de Los Angeles, aunque tiene lugar en Nueva York.
McQuarrie trabajó como guardaespaldas de joyeros, lo que inspiró la escena del golpe al joyero. 
El personaje de Redfoot estaba escrito originalmente como alguien más excéntrico, una vez Peter Greene fue contratado, el personaje se volvió más normal.
El plano de McManus en lo alto del ascensor, después de matar a los guardaespaldas de Kobayashi, fue filmado realmente en un aparcamiento.
Se ve que Peter Greene no tiene buena puntería, porque aparte de darle en el ojo con un cigarrillo a Stephen Baldwin, también le dio en los testículos a Spacey rodando la escena en el que le tira una bolsa con cocaína. Spacey siguió la escena aguantando el dolor.
Durante el interrogatorio en el hospital al húngaro superviviente, el interprete traduce mal una palabra clave. El húngaro utiliza la palabra "pasas" que significa "tío o tipo", pero el interprete cree que dice "paquete".
McQuarrie inicialmente estuvo en contra de la contratación de Benicio Del Toro como Fenster, ya que él había ideado a un actor de mayor edad para el papel. Una vez vio a Benicio en el set, cambió de idea.
Al fondo del plano en el que Kobayashi es apuntado con una pistola en la cabeza, puede verse el edificio donde McQuarrie pasó su tiempo escribiendo el guión de esta película.
El American Film Institute la situó en el puesto nº 10 de su lista de "Las 10 mejores películas de misterio".
Keyser Söze siempre dispara dos veces cuando mata a alguien.

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