Friday, September 01, 2017

Encuentros en la tercera fase

"Es un acontecimiento sociológico."

Este artículo contiene spoilers, no leer si no se quiere conocer partes esenciales de la trama de la película.

Por todo el mundo se comienzan a producir avistamientos de ovnis y tras tener un encuentro con uno, la vida de Roy Neary cambiará para siempre. Desde ese momento dedicará todos sus esfuerzos a encontrar respuestas a tan asombroso acontecimiento.

VIGILAD LOS CIELOS
En parte, el germen de Encuentros en la tercera fase (Close Encounters of the Third Kind, 1977) surgió en la infancia de Steven Spielberg, cuando su padre, sin previo aviso, lo llevó una noche a ver una espectacular lluvia de meteoritos. Cuando tenía 17 años, el director creó la que fue su primera película, Firelight (1964), hecha con un presupuesto de 600 dólares y llena de aliens maliciosos, y de la que Encuentros en la tercera fase puede considerarse su remake, algo admitido por el propio Spielberg.
No sería hasta la post-producción de Loca evasión (1974) en 1973, que Encuentros en la tercera fase empezaría a cobrar realmente forma. Spielberg establecería entonces un acuerdo con David Begelman de la Columbia, para realizar una película de ciencia ficción. Cuando el director se reunió con Begelman en compañía de Michael y Julia Phillips, productores de Encuentros en la tercera fase, el jefe de la Columbia les preguntó cuanto iba a costar su película sobre ovnis, a lo que Spielberg respondió que 2,7 millones de dólares, según su instinto creyó que era la cifra más alta que podía decir (la Columbia venía de sufrir la peor época de su historia, en la que estuvo a punto de declararse en bancarrota y su situación no era muy estable). En un primer análisis, Douglas Trumbull calculó que sólo los efectos visuales costarían 3 millones de dólares, una cifra récord para la época. Y ese sería el inicio de los problemas, que llevarían a cambiar el destino de director y estudio para siempre.
Durante el rodaje de Loca evasión, Spielberg escribió una breve sinopsis de la historia, que recibía el título de "Watch the Skies" y que narraba la historia de Van Owen, un piloto de las fuerzas aéreas que avista un platillo volante, lo que cambiaba su vida.
Los Phillips presentaron a Paul Schrader a Spielberg, el cual había sido el guionista de Taxi Driver, película que ellos habían producido. Schrader llegó a un acuerdo para escribir el guión de la película en diciembre de 1973. El libreto de Schrader, de título "Kingdom Come", cambió ciertos aspectos de la historia de Spielberg, aunque mantuvo a su protagonista (Paul Van Owen), quien pasó a ser un hombre que trabajaba para el gobierno buscando pruebas de avistamientos ovni sin mucho entusiasmo, pero un día avista uno y acude al gobierno para destapar todo el asunto, le dan fondos ilimitados para perseguir el contacto con extraterrestres de forma clandestina, cosa que hace durante 15 años y al final descubre que la forma de hacer contacto está implantada en su interior.
A Spielberg no le gustó el guión de Schrader, incluso llegó a declarar que era, "uno de los guiones más vergonzosos que jamás se hubiera entregado a un estudio o director". Al parecer poco tenía que ver con la temática ovni y trataba más sobre un escéptico que se convierte en creyente.
Las diferencias creativas con Schrader, llevaron a Spielberg a contratar a John Hill para que reescribiera el guión, pero durante la post-producción de Tiburón también rechazó su guión. Finalmente Spielberg decidió escribirlo por si mismo.
En diferentes momentos de la producción, participaron en el libreto Jerry Belson (quien añadió humor al personaje de Neary), David Giler, Matthew Robbins y Hal Barwood (estos dos últimos ayudaron a Spielberg durante cuatro días a escribir la escena de la abducción de Barry).
Incluso el productor Michael Phillips puso su grano de arena en la historia, al convencer al director que los aliens fueran bondadosos y no los típicos con malas intenciones.
Una vez finalizada la película Schrader presentó una demanda en la WGA para que se le acreditara en la película, ya que según él había rasgos de su guión en ella, como en el personaje de Roy Neary, la noción de cinco tonos y cinco colores, y el encuentro con los aliens al pie de la montaña, la cual es implantada en el cerebro del protagonista. "La idea de los platillos volantes como una experiencia religiosa, no está en la naturaleza de Spielberg. Está en mi naturaleza," declaraba Schrader. Al final sólo Spielberg fue acreditado.
Y el ufólogo Josef Allen Hynek, quien acuñó el termino "Encuentros de tercera clase", tampoco estaba contento con los responsables de la película, y escribió una carta a los productores expresando su malestar por el uso de su terminología e ideas, sin acreditarle por ello, ni tampoco recibir pago alguno. Pronto lo contrataron como asesor técnico y le dieron un cameo al final de la película.
Durante el rodaje de Tiburón, Richard Dreyfuss oyó hablar al director de su proyecto sobre ovnis, lo que despertó su interés e instó a Spielberg a que le contratara para dar vida al protagonista. El problema era que Spielberg había escrito el personaje de Roy Neary con una edad de 45 años y Dreyfuss tenía 30. Finalmente el director decidió darle el papel, pero Dreyfuss pidió un sueldo de 500.000 dólares más un porcentaje de los beneficios de la película. Julia Philips y el estudio se negaron a pagarle semejante sueldo, por lo que comenzaron la búsqueda de un sustituto. Consideraron a Steve McQueen (que lo rechazó porque dijo que no podía llorar en la película), Jack Nicholson (quien no estaba disponible por otras películas), Al Pacino (quien no estaba interesado), Dustin Hoffman, James Caan (una sugerencia del estudio que quedó descartado por pedir 1 millón de dólares y un 10% de los beneficios de la película) y Gene Hackman (el actor estaba atravesando problemas matrimoniales y no podía estar fuera de Los Angeles durante 4 meses). Al final Dreyfuss aceptó el papel a cambio de 300.000 dólares.
Spielberg había escrito el papel de Lacombe expresamente para François Truffaut y aunque se tantearon a otros actores como Lino Ventura, Yves Montand y Jean-Louis Trintignant, finalmente llamó a Truffaut para ofrecérselo. "No pensé que fuera en serio. Supuse que pensaba que hablaba inglés," admitía Truffaut. Spielberg por su parte declaró, "necesitaba a un hombre que tuviera el alma de un niño." o básicamente que Truffaut fuera él mismo. El director galo estaba trabajando en un libro sobre actuación y decidió aceptar el papel para documentarse (aunque finalmente abandonaría dicho proyecto). Por su trabajo recibió un sueldo de 75.000 de dólares. Según declararía el director de Los 400 golpes, "estaba casi siempre presente, pero, al igual que Greta Garbo, sólo puedo decir que tenía la sensación de estar esperando la mayor parte del tiempo."
Como el inglés de Truffaut no era demasiado bueno se introdujo el personaje de un traductor, el cual sería interpretado por Bob Balaban. Lo paradójico es que a vez el francés de Balaban no era mejor que el inglés de Truffaut, ya que no lo hablaba desde la escuela secundaria.
Spielberg tuvo problemas para dar con una actriz que diera vida a Jillian, papel para el que audicionó a varias actrices, incluida Meryl Streep. El director Hal Ashby se hizo eco de ello y le recomendó a Melinda Dillon, que había protagonizado su película Esta tierra es mi tierra (1976) y con la que había quedado más que satisfecho. Ashby le envío dos rollos de película con su actuación, tras verlos Spielberg la contrató. Algo que sucedió el fin de semana anterior al inicio del rodaje.
El director de Parque Jurásico fichó a Teri Garr para el papel de Ronnie Neary después de verla en un anuncio de café.
Y el pequeño Cary Guffey de cuatro años daría vida a Barry Guiler, hijo de Jillian, en el que sería su debut como actor.

RODAJE
El rodaje comenzó el 16 de mayo de 1976 y se extendió hasta febrero del año siguiente. Tuvo lugar en localizaciones de Estados Unidos, México y India. El grueso de escenas de exteriores se concentraron en Wyoming (Devil's Tower), Alabama (exteriores de la casa de Neary, la casa de Jillian y las escenas de evacuación) y el Deserto de Mojave (la tormenta de arena inicial y escenas del desierto del Gobi). Y las escenas de interior se filmaron en su mayoría en un enorme hangar en Mobile (Alabama), donde se construyeron decorados de los interiores de la casa de Neary, la carretera en curva por la que los policías persiguen a los ovnis y la pista de aterrizaje de Devil's Tower.
Fue el diseñador de producción Joe Alves, quien encontró el hangar, el cual era seis veces más grande que el mayor de los estudios existentes en Hollywood. El decorado de la pista de aterrizaje fue el mayor set interior jamás construido. Tenía 27 metros de alto, 137 metros de largo, por 76 de ancho.
Y hablando de récords, la película llegó a contar con onces directores de fotografía acreditados. Vilmos Zsigmond (el cinematógrafo principal de la película), Douglas Trumbull (efectos especiales fotográficos), William A. Fraker (escenas adicionales en América), Douglas Slocombe (secuencia de la India), John A. Alonzo (director de fotografía adicional), Laszlo Kovacs (director de fotografía adicional), Richard Yuricich (efectos fotográficos), Dave Stewart (encargado de fotografiar los ovnis), Robert Hall (fotografía óptica), Don Jarel (fotografiado de mattes) y Denis Muren (encargado de fotografiar la nave nodriza).
La película marcó una de las contantes de la carrera de Spielberg, el del rodaje secreto, y pocos han sido más blindados que el de Encuentros en la tercera fase. Nadie podía acceder al hangar de Mobile sin una identificación y no se permitió la presencia de la prensa. Los actores y el equipo comían e incluso en ocasiones dormían en el hangar. Los guiones estaban numerados y sólo se repartían cuando era estrictamente necesario. Y muchos actores tenían guiones en los que sólo aparecían su diálogo. Como reconocía el propio Spielberg, "los 43 minutos finales de película son información clasificada. Tuvimos seguridad total. Aprendí mi lección en Tiburón, no hay visitas gratis."
El rodar tantas escenas en interiores hizo incrementar el presupuesto de la película en 4,1 millones de dólares. Y ese fue sólo el comienzo de la escalada presupuestaria de la película.
Y las escenas de exteriores tampoco le pusieron las cosas fáciles al equipo. Encontrar la montaña con la que sueña Roy Neary fue harto complicado, Brian De Palma, amigo de Spielberg, le sugirió, "busca la más única montaña. No quieres a Neary pensando en 10 montañas en 10 partes del país". Joe Alves, diseñador de producción, se encargó de buscar la montaña, quien realizó su búsqueda en varios parques nacionales, llegando a recorrer más de 4.000 kilómetros por carretera.
Fue al final Spielberg quien dio con ella mientras buscaba en libros localizaciones para la película. "La única que encajaba con mi visión era Devil's Tower en Wyoming. Fue uno de esos giros fatídicos que me hicieron muy feliz," admitía Spielberg.
El especialista Craig R. Baxley (y futuro director de Acción Jackson) sufrió un accidente que casi le costó la vida. Al rodar la escena en la que los coches de policía persiguen a los ovnis, Baxley debía pasar por un valla y caer en un terraplén, pero al ir demasiado rápido, sobrepasó la zona donde debía caer y el coche aterrizó con demasiada fuerza. Pese a que llevaba casco, el especialista recibió lesiones en la cabeza y tuvo que ser hospitalizado varios días.
Las cosas le fueron mejor a Spielberg con el pequeño Cary Guffey, del que consiguió una gran actuación, sirviéndose en muchos casos de todo tipo de artimañas para conseguir diferentes reacciones de él. Por ejemplo, para la escena en la que los aliens llegan a su casa por primera vez, el director desenvolvió un regalo para él fuera de cámara, lo que le hizo sonreír, incluso llegó a exclamar, "¡Juguetes! ¡Juguetes!". Y en otra escena en la que observa a los aliens, Spielberg disfrazó a dos miembros del equipo, a uno de payaso y a otro de gorila, ocultos tras unas persianas de cartón. Primero Spielberg bajó la primera persiana mostrando al payaso y Cary se asustó, después hizo lo mismo con el disfrazado de gorila, lo que hizo asustar más al actor, cuando el gorila se quitó la máscara revelando que era Bob Westmoreland (supervisor de maquillaje) hizo reír a Cary.
El presupuesto no paraba de aumentar día a día y Spielberg inició una dura batalla con la Columbia para sacar adelante su proyecto soñado. Pero el blanco de las iras del estudio fue Zsigmond, quien exigía un mayor presupuesto para poder fotografiar la película como ésta lo necesitaba. "Nadie podría concebir cuanta cantidad de luz necesitábamos. Nunca cedí a la presión de usar menos luz," declaraba Zsigmond. Douglas Trumbull le apoyó frente al estudio.
Zsigmond y Spielberg llegaron a la conclusión, que dado que los aliens no parecían demasiado realistas, la única solución era sobreexponer fotograficamente sus escenas para que parecieran borrosos y difusos. Pero en el laboratorio se equivocaron a la hora de procesar la película y no se veía nada. Cuando Julia Phillips vio los dailies, le dijo al director de fotografía que había estropeado la escena y que tendrían que filmarla de nuevo. Zsigmond le pidió al laboratorio que volvería a procesar la película siguiendo sus indicaciones y al día siguiente ésta lucía perfecta. Punto para Zsigmond.
Es un buen ejemplo de la tensa relación que mantuvieron Julia Phillips y Zsigmond durante el rodaje. De hecho, llegado un momento del mismo, ella presionó para que lo despidieran. "Hice todo lo posible para que el mundo supiera que Zsigmond nos saboteaba," admitía Phillips. La productora estaba atravesando un grave problema con la cocaína, que la condujo a una espiral autodestructiva.
Para reducir los costes, el estudio comenzó a buscar un sustituto para Zsigmond, y se tantearon nombres como los de John A. Alonzo o Laszlo Kovacs, amigos de Zsigmond, quienes tras hablar con el director de fotografía y saber la dificultad de su trabajo, le dijeron que si alguien podía hacerlo era él. Así que no al final no lo despidieron y según Zsigmond, "la única razón por la que ellos no lo hicieron, fue porque no tenían un reemplazo que pudiera hacerse cargo." Lo paradójico es que Alonzo y Kovacs terminaron participando en la película, pero no avancemos acontecimientos.
Los miembros de la junta directiva de la Columbia hacían continuos viajes al set para comprobar que todo iba como debía ir. Su presidente, David Begelman, se encargó de buscar dinero para poder financiar la película. El dinero vino de la compañía electrónica EMI, que tenía un acuerdo con la Columbia, Time Inc. y con otras fuentes de Europa, las cuales aportaron en total 7 millones de dólares.
Existen más de 200 planos con efectos visuales en la película y fueron obra de un gran equipo de técnicos liderados por el legendario Douglas Trumbull, quien creó los impresionantes efectos a través de su compañía Future General Corporation. La razón que llevó a Trumbull a participar en la película, además de trabajar con Spielberg, fue la posibilidad de completar su soñado sistema Showscan. La Columbia le permitió rodar los efectos visuales en 65mm, el mismo formato que su sistema, y de esa forma llegó a un acuerdo para equiparse con el equipo necesario para rodar los efectos y que después utilizaría para el Showscan.
Douglas Trumbull consiguió efectos maravillosos, como el de la creación de nubes, algo que logró al inyectar pintura blanca dentro de tanques de agua dulce y sal.
Otros efectos se consiguieron de una forma más sencilla, como el impresionante plano del barco en medio del desierto del Gobi, para el que se utilizó simplemente una miniatura muy detallada y la técnica de perspectiva forzada.
Y la espectacular nave nodriza fue diseñada por Ralph McQuarrie. Inicialmente, Spielberg tenía previsto que fuera grande y muy oscura, pero mientras rodaba en la India, el director pasaba todos los días por delante de una enorme refinería de petroleo llena de luces y chimeneas, en la cual se inspiró para crear el diseño final.
Dar vida a los aliens que salen de la nave nodriza, al final de la película no fue tarea fácil. Los responsables de la película probaron con diferentes técnicas, como utilizar a chimpancés con patines (sic), o marionetas.
Tras ver King kong (1976), Spielberg se quedó impresionado por el animatronic del gorila gigante creado por Carlo Rambaldi y lo llamó para que se uniera a la película. Rambaldi fue el responsable de diseñar a los aliens y de principalmente construir a "Puck", así apodó Spielberg al alien emisario que hace el saludo con las señales de mano. Al final se decantó por el clásico diseño de aliens grises con ojos grandes, a quienes dieron vida niñas de entre 8 y 12 años disfrazadas. Spielberg escogió a niñas antes que a niños porque creyó que se moverían más grácilmente. Y para el alien de gran estatura que es el primero en salir de la nave, Rambaldi utilizó una marioneta. 
Rambaldi creó a Puck en Roma, lo que le requirió tres meses (tras experimentar con animatronics y marionetas) y lo llevó a Estados Unidos aprovechando que tenía que asistir a la ceremonia de los Oscars. El extraterrestre tenía un esqueleto de aluminio y acero, y su cráneo era de fibra de vidrio. Tenía mecanismos que permitían mover el brazo, mano, cabeza y ojos, gracias a la manipulación de quince cables. La piel era de poliuretano, pero se le añadió sólo antes de rodar, ya que se descomponía rápidamente. Siete operadores eran necesarios para moverlo. Incluso se le bombeaba aire para crear movimientos de respiración realistas.
Su escena con Truffaut y Balaban se filmó en un estudio de Burbank. Puck hizo las cinco señales de mano perfectamente y el momento en el que debía sonreír, fue el propio Spielberg quien manejo los controles.
Spielberg editó la película en secreto y bajo vigilancia en un apartamento en Marina del Rey, al lado de la oficina de Douglas Trumbull. Y mientras lo hacía, se le ocurrieron nuevas ideas para la historia y necesitó rodar escenas adicionales. Zsigmond estaba ocupado con otra película, por lo que el director tuvo que recurrir a William A. Fraker (Juegos de guerra). Con este director de fotografía rodó entre otras, las escenas del desierto en México con la aparición de los aviones (que estaba inicialmente previsto que tuviera lugar en el Amazonas), que sustituyó a otra filmada en la que Lacombe y Laughlin se conocían en una limusina antes de la llegada de un avión, que había evitado el choque con un ovni.
Y cuando creía que ya tenía todo el material que necesitaba, se dio cuenta que necesitaba más escenas adicionales y como Fraker no estaba disponible, recurrió a John A. Alonzo (El precio del poder), quien se encargó de rodar la persecución de los policías a los ovnis, en diciembre de 1976.
Lo mismo le sucedió con Laszlo Kovacs (Los Cazafantasmas), quien rodó nuevas tomas en el secuestro de Barry y el momento de la barrera de peaje en Ohio.
Frank Stanley (Un botín de 500.000 dólares) rodó durante dos días, sin recibir crédito alguno por ello.
Y para rodar la secuencia de la India recurrió a Douglas Slocombe (En busca del arca perdida), que hizo lo propio entre el 24 y el 26 de febrero de 1977. No sin ciertos problemas, ya que los 2.000 extras no eran capaces de recordar las cinco notas de los extraterrestres, ni tampoco coordinaban sus gestos cuando debían señalar al cielo.
Allen Daviau (E.T., el extraterrestre) fue el encargado de rodar (sin acreditar) la secuencia del desierto del Gobi con el buque Cotopaxi' en la "Edición Especial".
Y para la misma versión de la película, Michael C. Butler (Teléfono) rodó (también sin acreditar) la entrada de Neary en la nave nodriza.
George Lucas visitó durante unos días el set durante un descanso en el rodaje de La guerra de las galaxias. Lucas dudaba del éxito de su space opera y una vez vio los increíbles decorados de Mobile, le dijo a Spielberg que creía que su película sería más taquillera de las dos, por el contrario Spielberg, tras ver una primera versión de la película de su amigo le dijo sobre ella, "creo que va a hacer una fortuna." Y esa desconfianza en el éxito de su película, llevó a Lucas la proponerle a su amigo el intercambiarse 2,5 puntos de los beneficios de cada una de sus películas, a lo que Spielberg aceptó. Todos sabemos quien acabaría ganando más con ese trato.
El rodaje fue tan largo que François Truffaut escribió dos guiones de las que serían sus siguientes películas, El amante del amor y La habitación verde (sólo escrito parcialmente). La Columbia le dio una oficina donde se sentaba a escribir.
Y si no habían tenido ya problemas suficientes, en el verano de 1977, la productora Julia Phillips fue obligada a dejar la producción, debido a su problema con las drogas.
En el último día de rodaje Dreyfuss le dijo a Spielberg, "esta ha sido la experiencia más horrible de mi vida, y muchas gracias."
Los ejecutivos del estudio quedaron entusiasmados durante el pase de prueba de la película, creyendo que tenían un éxito entre manos y no les faltaba razón. Spielberg quería estrenar la película en el verano de 1978, pero la Columbia, que estaba apunto de la bancarrota en aquel momento, le instó a estrenarla a finales de 1977. El futuro de la productora dependía de la película, si resultaba un fracaso seguramente sería su fin. La situación fue tan dramática, que antes del estreno, la película fue acompañada de unas críticas no demasiado halagüeñas y el escándalo de estafa en el que se vio envuelto Begelman, hicieron que las acciones de la productora cayeran varios puntos.
Al público le encantó la película en los pases de prueba, lo único que no les gustó y que fue cambiado fue el uso de la canción "When You Wish Upon a Star" de la película Pinocho (1940), al final de la película. La canción había sido una de las fuentes de inspiración de Encuentros en la tercera fase para Spielberg. De todas formas, se la puede escuchar igualmente en el clímax de la película, pero mediante un arreglo de John Williams, y además suena en dos momentos en la casa de Neary a través de una caja de música.
Con respecto al apartado musical, Spielberg y Williams se pasaron un día entero buscando las cinco notas con las que se comunican los aliens. "Necesitaba más una señal acústica que una melodía," declaraba el director.
Con un presupuesto final de 20 millones de dólares, la película se estrenó el 16 de noviembre de 1977 y fue un apoteósico éxito de taquilla, sólo en los Estados Unidos hizo 116.395.460 de dólares. Convirtiéndose en la tercera película más taquillera del año en el país. Pero además, con su reestreno el 1 de agosto de 1980 amasó otros sorprendentes 15.693.175 de dólares más. A lo que hay que sumar una recaudación fuera de las fronteras americanas de 171.700.000 de dólares. Lo que la convirtió en la segunda película más taquillera de 1977 en todo el mundo, sólo superada por La guerra de las galaxias. Encuentros en la tercera fase es la novena película más taquillera de la década en EE.UU. y quinta a nivel mundial, lo que da una imagen clara de su impacto en el momento de su estreno.
Y el éxito de la película se reflejó también a la hora de los premios, como lo demuestran las ocho nominaciones al Oscar que recibió, en las categorías de mejor director (Steven Spielberg), mejor actriz secundaria (Melinda Dillon), mejor dirección artística (Joe Alves, Daniel A. Lomino y Phil Abramson), mejor sonido (Robert Knudson, Robert Glass, Don MacDougall y Gene S. Cantamessa), mejor montaje (Michael Kahn), mejores efectos visuales (Roy Arbogast, Douglas Trumbull, Matthew Yuricich, Gregory Jein y Richard Yuricich), mejor banda sonora (John Williams) y mejor fotografía (Vilmos Zsigmond). Ganando finalmente dos estatuillas, una para Zsigmond y otra en forma de premio especial para Frank E. Warner por la edición de efectos de sonido.

LAS DIFERENTES VERSIONES
Al adelantar el estreno de la película, Spielberg consideró que importantes elementos se habían quedado fuera, pero gracias al espectacular éxito de la película, la Columbia le dio encantada 2 millones de dólares para rodar escenas adicionales, pero a condición de que mostrase el interior de la nave nodriza para tener un gancho de cara a vender la película. Spielberg accedió y creó la que es conocida como la "Edición especial" de la película. La cual rodó a lo largo de siete semanas, filmando algunas escenas mientras hacia lo propio con 1941 (1979). Contó con todo el reparto original, salvo con François Truffaut, quien estaba ocupado dirigiendo una película. Sólo la escena del interior de la nave nodriza costó 250.000 dólares.
Spielberg cortó 17 minutos de metraje original, y añadió 7 minutos de escenas inicialmente descartadas y otros 6 minutos de escenas rodadas especialmente para la nueva versión. Esa es la razón por la que la "Edición especial" dura 3 minutos menos que la versión estrenada en cines. Spielberg consideró siempre la "Edición especial" como la versión real de Encuentros en la tercera fase.
Pero el director reconoció que fue un error mostrar el interior de la nave, tal vez esa disconformidad con el montaje fue lo que le llevó a presentar el 12 de enero de 1999 una tercera versión de la película, la cual combinaba material de ambas versiones y que es conocida como la "Edición coleccionista" o "Director's cut". Es la que tiene una mayor duración de las tres, llegando a los 137 minutos, frente a los 135 de la versión original y los 132 de la "Edición Especial".
Hablemos sobre las diferencias entre la "Versión original" (VO), la "Edición especial" (EE) y el "Director's cut" (DC). La siguiente información e imágenes las he extraído de movie-censorship.com:
1. En la VO (imágenes superiores), se muestra a Neary jugando con los trenes a él solo y en las EE y DC (imágenes inferiores) lo hace con su hijo Brad, a quien le trata de explicar lo que son las fracciones usando los trenes, y después toda la familia discute sobre que hacer esa noche. El resultado de ambas escenas es el mismo, los trenes terminan chocando. El jefe de Neary lo llama y el diálogo del jefe es diferente en la VO que en las EE y DC.


2. Tras el corte en el suministro eléctrico, Neary llega a la central eléctrica donde los trabajadores hablan sobre los problemas de energía. El supervisor de Neary lo envía a revisar un área de la ciudad. Esta escena se eliminó en la EE y DC.


3. En la EE y DC se incluye un plano de la sombra de un ovni sobrevolando la carretera por la que circula Neary.


4. En la VO, la escena en la que Roy persigue en su furgoneta al ovni, su entrada en el túnel es más larga.


5. En la EE se incluyó un breve plano de las naves volando por una calle y la de color naranja se para frente a un anuncio de McDonald's.


6. Después del momento en el que las naves pasen por la carretera, en la VO se incluye un breve plano del observador de bigote hablando solo.


7. En la EE y DC se incluye la escena en la que un equipo liderado por Laughlin se encuentra en el desierto del Gobi un enorme barco.


8. En la VO, la escena en la que Roy descubre que lo han despedido era más larga y se incluía una conversación adicional entre él y Ronnie, de pronto Roy se queda mirando la almohada, que le recuerda a la montaña de su mente.


9. La conferencia de Lacombe es un poco más larga en la EE que en la VO y DC.


10. En la VO y DC se muestra una escena de una rueda de prensa omitida en la EE. Jillian es abordada por la prensa a su llegada y le preguntan por la abducción de su hijo. Neary asiste a la rueda de prensa liderada por un militar.


11. En la VO, se incluye el inicio de la cena en la que Roy comienza a apilar el puré de patata. Ronnie habla con los niños, Roy entra en el comedor y se sienta a la mesa.


12. En la EE y DC, se incluye una escena en la que Ronnie encuentra a Neary dentro de la bañera vestido, habiendo perdido por completo la cabeza, lo que lleva a una discusión entre ambos y que presencian sus hijos.


13. En la VO y DC, se incluye una escena en la que Neary se vuelve loco y comienza a llenar su casa de todos tipo de cosas con las que construirá la maqueta de la montaña, ante el asombro de su familia y vecinos.


14. Tras el momento en el que Ronnie se marcha con los niños en el coche, en la VO y DC se añade una escena en la que Neary se mete en su casa entrando por la ventana.


15. Sólo en la VO se añade un breve momento de Roy mirando por la ventana de su casa.


16. El momento del vendedor de máscaras de gas cambia en la elección de los planos de la VO a la EE y DC. En la VO (fotos superiores) aparece en segundo plano y en las EE/DC (fotos inferiores) los planos lo encuadran desde un lateral.


17. En la VO, cuando Roy llega al pueblo habla con un guardia fronterizo para convencerle que le deje pasar, pero éste no lo hace. En las EE y DC se eliminó esta escena. El oficial está interpretado por Carl Weathers.


18. En la VO, se incluye una pequeña escena en la que se muestra como Roy, Jillian y Andy escapan del helicóptero tras empujar a un hombre con máscara.


19. En la EE se incluye la escena de Roy en el interior de la nave nodriza.


VALORACIÓN
Encuentros en la tercera fase son más de 2 horas de fascinación continua, cada plano perfecto, cada escena memorable, cada nota de John Williams, cada asombroso efecto visual. Es una de esas películas donde uno no recuerda una única escena, recuerda docenas de momentos de ella. Una obra maestra de la ciencia ficción que asentó definitivamente a Steven Spielberg con unos de los grandes de Hollywood.
La película quiso decirnos que ahí fuera, más allá de las estrellas no estamos solos en el universo, y que los extraterrestres de existir, no deberíamos temerles. La película trata sobre creer, sobre todo en uno mismo y en que algo grande nos espera. Y es que la película, como sus aliens, venía en son de paz.
Roy Neary es un alter ego de Spielberg, alguien obsesionado con una meta, con un objetivo. Y es que la obstinación del personaje es tan grande como la del propio director al realizar la película. Encuentros en la tercera fase es la historia de una obsesión, de la persecución de un sueño, de como llevar una idea por loca que sea hasta sus últimas consecuencias. Y es que Roy lo arriesga todo, su familia, su trabajo, su cordura, por saber la verdad, si esa voz de su interior que lo guía tiene razón. Pocas veces esos sentimientos de obsesión y paranoia han estado mejor retratados en una pantalla de cine.
La película consigue ser al mismo tiempo terrorífica (la escena de la abducción de Barry), divertida (los hijos de Roy sacándole una foto mientras se lava los dientes), espectacular (el avistamiento final), paranoica (Roy construyendo en su casa la maqueta) e intrigante (las escenas iniciales con las misteriosas apariciones de aviones o barcos en diversos lugares del mundo).
Pero otra cosa que es la película, es un ejemplo de cine puro, de como combinar todos los elementos del séptimo arte y que den lo mejor de si. El film sobresale en todos los campos, dirección, actuación, fotografía, música, montaje y efectos visuales, lo que la convierten en una película que es cine en estado puro, un ejemplo de lo fascinante que puede llegar a ser este arte. Y además lo hace aunando calidad y comercialidad y, dando como resultado al mejor tipo de cine que sabe ofrecer Hollywood.
La película establece el que sería uno de los temas recurrentes en la carrera de su director, la figura del padre ausente y de la familia disfuncional. Roy deja a su familia para perseguir su sueño y Jillian es una madre soltera en busca de su hijo desaparecido.
Tal vez el drama familiar de Roy está llevado de una forma demasiado dramática y muy pronto su mujer le deja, pero funciona para hacer avanzar la historia.
La película no cae en los clichés de mostrar al gobierno como unos villanos, todo lo contrario, intentan hacer que todo ocurra en el mayor secretismo para preservar la seguridad de la gente. Y lo mismo sucede con el enfoque de los aliens, después del cine de los 50 con extraterrestres malignos, era reconfortante ver una película que ofrecía algo distinto, una visión adulta y coherente de la temática ovni, donde por una vez estos vienen realmente en son de paz.
Spielberg coloca en el centro de la acción a un hombre normal, un hombre de la calle, que vive como hizo el propio director, en unos suburbios, eso hace que el público conecte con él, con su historia, es un territorio conocido por todos. Ese fue el acierto de éste y otros films del director.
Encuentros en la tercera fase supo capturar el zeitgeist del momento, los ovnis estaban de moda y Spielberg le dio al público la película que necesitaban, que fue de paso la obra definitiva de dicha temática.
Y la película junto con La guerra de las galaxias marcó el devenir del cine cambiándolo para siempre, demostrando que con los efectos visuales todo era posible (y los del film de Spielberg rozan la perfección). Tras el estreno de ambas películas, el cine se vio invadido por los efectos visuales.
Encuentros en la tercera fase es una película mutante, cambiando siempre con el paso del tiempo, no sólo durante su interminable rodaje, también en los años posteriores, siempre ganando o perdiendo escenas. Es tal vez el proyecto más personal de Spielberg y en el que más se volcó, donde más vemos su huella, su impronta, la película que mejor define al Spielberg director. Donde se aprecia su afán de perfeccionismo, que casi lo compara con Kubrick. Es sencillamente una de sus obras maestras.
Podría estar todo el día hablando de las maravillas de esta película, sólo me queda recomendarla encarecidamente, si por un casual no las has visto, hazlo, ten también un encuentro de tercera clase con esta película, no te arrepentirás.

CURIOSIDADES
Esta película significó la primera colaboración entre Spielberg y su editor Michel Kahn.
La última escena en ser filmada, sin contar las escenas de la "Edición especial", fue la escena inicial en el desierto.
La escena en la que Ronnie corta una noticia del periódico sobre avistamientos de ovnis, hay una artículo sobre La guerra de las galaxias a ambos lados de la noticia que recorta.
El tema de Tiburón puede oírse cuando la nave nodriza está comunicando con la base al final de la película, justo antes de la liberación de los prisioneros humanos.
Steven Spielberg vio repetidamente Centauros del desierto (1956) mientras hacía la película.
Stanley Kubrick se quedó tan impresionado con la interpretación de Cary Guffey, que lo quería para el papel de Danny Torrance en El resplandor (1980).
El perro de Spielberg puede verse durante la liberación de humanos al final de la película. Fue también el perro de Brody en Tiburón.
El personaje de Claude Lacombe está basado en el auténtico experto en ovnis francés Jacques Vallée.
El padre de Richard Dreyfuss participó como extra en la película, llegando a estar seis meses trabajando en ella, pero al final ninguna de sus escenas fueron incluidas en el montaje final.
Única película en la que François Truffaut actúa sin ser también el director.
Bob Balaban escribió un diario sobre el detrás de las escenas durante el rodaje. El diario se publicó coincidiendo con el estreno de la película.
El actor Eliott Keener (El corazón del ángel, Blanco humano) interpretó a uno de los evacuados de Devil's Tower, pero se cortaron todas sus planos, salvo uno en el que sólo puede verse su codo.
The Cotopaxi', el barco que encuentran en el Desierto de Gobi, es un buque a vapor real que se hundió en el Triángulo de las Bermudas en 1925.
La gente de la India exclama, "Aaya Re! Aaya!", cuya traducción del hindi sería, "Él ha venido."
El ufólogo Josef Allen Hynek, quien acuñó el termino "Encuentros de tercera clase", tiene un cameo, se le puede ver fumando en pipa el final de la película, cuando regresan los pilotos del vuelo 19.
La tuba fue el instrumento que le dio voz a la madre nodriza de los aliens. Spielberg y Williams la escogieron porque la dificultad de tocarla le daba una característica humana a los extraterrestres.
"Watch the skies" (Vigilad los cielos), el primer título de la película, son las palabras finales de El enigma... de otro mundo. Esta frase también se dice en los dibujos animados que despiertan a Neary.
Originalmente Spielberg deseaba que el presentador Walter Cronkite fuera el reportero que da las noticias, que Neary ignora en la escena de la construcción de la maqueta en el salón, pero la CBS no le permitió Cronkite que asumiera el papel, por lo que se terminaron decantando por Howard K. Smith de la ABC.
John Williams compuso la banda sonora antes que de que la película fuera editada y después Spielberg la editó para que encajara con la música, algo inusual en el mundo del cine.
Los agentes federales presentes en la charla de Lacombe en el auditorio eran auténticos agentes federales. Lo mismo sucede con algunos de los científicos vistos en la secuencia final.
Spielberg estaba ansioso por mostrarle a Truffaut el enorme set de la pista de aterrizaje, esperando sorprenderle, algo que no sucedió cuando el director francés lo visitó. Lo que sucedió es que Truffaut acostumbrado a rodar en pequeños decorados no llegaba a comprender el tamaño del set y no fue hasta que estuvo en la habitación de hotel donde Jillian ve las noticias de la Devil's Tower que se dio cuenta de lo que había visto, exclamando, "¡Eso era un set!" 
Cary Guffey resultó ser tan buen actor, que sólo necesitaba una o dos tomas de cada plano, por lo que empezaron a llamarle One-Take Cary y Spielberg le dio una camiseta con esa frase.
Philip Dodds es el hombre que toca el sintetizador en la escena final y fue enviado al rodaje por ARP Instruments para instalar un sintetizador, cuando Spielberg lo vio manipulándolo lo fichó para el papel.
Durante la escena de la cena, antes que Roy comience a apilar el puré, su hija dice, "hay una mosca en mis patatas". Esa frase no estaba en el guión, fue algo que soltó la niña, pero hizo que todos los actores se partieran de risa y se mantuvo en la película.
En algo inusual para la época, los efectos visuales se produjeron en 70mm, para ser reducidos después a 35mm y que así coincidiesen con el resto de la película y finalmente se volvió a ampliar todo a 70mm. Esto hizo que los efectos tuvieran un aspecto menos granuloso que si se hubieran filmado directamente en 35mm.
Las señales de mano usados por los aliens son realmente utilizados por profesores para enseñar la escala de solfeo. Y fueron inventados por el reverendo John Curwen y adaptado después por el compositor Zoltán Kodály.
En la escena en la que la furgoneta de Neary parece carecer de gravedad en su primer encuentro con los aliens, se consiguió el efecto poniendo la camioneta en una placa giratoria y haciéndola girar 360º.
Fue el ufólogo J. Allen Hynek el creador de las clases de los diferentes tipos de contactos con extraterrestres, detallados en su libro "La experiencia ovni" de 1972. Los de primera clase son los avistamientos de uno o más ovnis. La de segunda, corresponden a la observación de una evidencia física de una visita extraterrestre. Y los de tercera clase, contacto con uno o más extraterrestres.
El set de la pista de aterrizaje para la nave nodriza incluía 6,4 kilómetros de andamios, 1.570 metros cuadrados de fibra de vidrio y 2.740 metros cuadrados de dosel de nylon.
François Truffaut pese a esforzarse en hablar inglés seguía teniendo un fuerte acento francés, rodando la escena en la que dice la frase, "ellos pertenecen aquí más que nosotros," varios miembros del equipo creyeron que había dicho "Zey pertenece aquí, Mozambique." Se imprimieron varias camisetas con esa frase a modo de broma y cuando Truffaut se enteró se echó a reír. Años después, cuando E.T., el extraterrestre se proyectó en Cannes, el director francés le envió a Spielberg un telegrama de felicitación en el que ponía, "tú perteneces aquí más que yo."
Aunque el título de la película sea "Encuentros cercanos de tercera clase", varios personajes como el de Barry experimentan un "encuentro cercano de cuarta clase", lo cual implica la abducción por parte de seres extraterrestres. En el momento de hacer la película no existía esa designación y no era necesaria para Spielberg.
R2-D2 de La guerra de las galaxias tiene un cameo en la película. Se puede ver al robot como parte de la nave nodriza en el clímax final. Aparece boca abajo cuando Jillian ve la nave por primera vez. La gente de los efectos visuales para crear detalles en la nave la llenaron de objetos tan dispares como el robot antes mencionado, un tiburón de Tiburón, una furgoneta, un buzón de correo, un cementerio o un TIE Avanzado X1 de La guerra de las galaxias.
Todas las estrellas vistas al fondo en planos nocturnos, así como muchos árboles lejanos, colinas y carreteras no eran reales y se trataban de efectos especiales.
El cantante Jerry Garcia del grupo The Grateful Dead fue un extra en las escenas de multitud de la India.
La mayoría de las miniaturas de los ovnis fueran filmados en una habitación oscura llena de humo para darles un efecto de halo.
Al igual que Truffaut mostraba en su película La noche americana, a una actriz que tenía problemas para leer sus frases y lo hacía mediante tarjetas, el director francés hizo lo propio en el rodaje de Encuentros en la tercera fase, ya que su inglés no era muy bueno, por lo que escribieron sus frases en trozos de papel, que colocaron en diferentes objetos para que pudiera leerlas.
Está incluida en el libro "1001 películas que debes ver antes de morir" de Steven Jay Schneider.
Fue Ron Cobb quien diseñó el interior de la nave nodriza para la "Edición especial".
Spielberg fue considerado para dirigir Superman (1978), pero prefirió dirigir esta película.
La maqueta de la madre nodriza utilizada en las escenas finales, estuvo guardada en el garaje de Spielberg para ayudar a prevenir que aparecieran historias sobre ella en los medios, antes del estreno de la película.
Los aviones del vuelo 19 de la Marina, que aparecen en desierto de México, corresponden a un acontecimiento real en el que 5 aviones desaparecieron el 5 de diciembre de 1945 tras salir de la base aérea de Fort Lauderdale (Florida) y nunca se encontró rastro de ellos.
Justin Dreyfuss quien da vida a Toby, el hijo de Roy Neary, era en realidad el sobrino de Richard Dreyfuss.
Spielberg pidió la colaboración de la NASA para la película, pero se negaron a ayudarle. "Realmente encontré mi fe cuando supe que el gobierno se oponía a la película," declaró el director. "Si la NASA se tomaba el tiempo para escribirme una carta de 20 páginas, entonces supe que algo debía estar ocurriendo." Al parecer el gobierno temía que se extendiera el pánico por los ovnis, de forma similar a como había ocurrido con los tiburones tras el estreno de Tiburón.

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